Hemos remodelado una casa antigua del pueblo, hasta conseguir un lugar ideal para tu descanso.
Nos encantaría compartir contigo lo que esconden las aguas del río Miño a su paso por el puebo y, si tienes suerte, incluso puedes llegar a verlo con tus propios ojos desde nuestras ventanas.
Nos encontramos en una tranquila y céntrica calle del pueblo, a menos de 50 metros de la Iglesia de San Nicolás y con los servicios de primera necesidad, más cerca que lo que estás tardando en leer esto.
No se nos ocurre mejor plan para el verano, que después de una dura etapa nos demos un bañito en la piscina municipal, que está al cruzar la calle.
Calidad no es sinónimo de costoso: ven a visitarnos y disfruta del encanto de nuestro ambiente familiar. Nuestro personal trabaja arduamente para ofrecerla a cada uno de nuestros huéspedes una estadía maravillosa.
Dispone de un lavadero y zona de tender totalmente gratuita.
También tenemos lavadora y secadora, con coste adicional.
¡Si! Excepto en las habitaciones compartidas, tenemos que respetar las opiniones de los demás. Siempre bajo petición.
En la cocina cuenta con todo el menaje necesario para poder preparar una rica comida, como si estuviera en su casa. Todo está a su disposición las 24 horas.
Puede contratarse directamente desde la pensión.
¡Siempre es bueno sacarse un peso de encima!
El albergue está abierto desde el 1 de abril hasta noviembre. (Las fechas pueden variar, disponemos de un teléfono de atención 24 horas los 365 días del año).
En la sala de estar, tienen juguetes a su alcance. Y, al cruzar la calle, un gran jardín y un parque donde pasar la tarde y disfrutar del día en familia.